Con motivo de la época estival, la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y el Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, y se han unido este año para lanzar un mensaje de prudencia a la hora de zambullirse en un entorno acuático.
Con la campaña, cuyo eslogan es “¡No te juegues el cuello!, y con protagonismo en redes sociales: #Zambullidas2021 #Notejugueselcuello, ambas entidades recuerdan a los bañistas la importancia de la observación y la prudencia para evitar una lesión medular como consecuencia de una inadecuada zambullida.
El jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Nacional de Parapléjicos y portavoz de la SERMEF, Dr. Ángel Gil Agudo , insiste en que “hay que tirarse al agua con cabeza. Las lesiones medulares por zambullidas imprudentes cambian la vida de las personas de forma repentina y dramática, y son muy evitables”.
El Dr. Gil explica que este tipo de lesiones “se producen en el contexto de un día agradable, divertido y lúdico y para prevenir estas lesiones hay que seguir dos sencillas pautas: conocer la profundidad de la superficie acuática y evitar tirarse de cabeza.”.
En este contexto, el portavoz de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física ha hecho hincapié que “hay que conocer la profundidad del fondo. En ríos, lagos o incluso en el mar, cuando el agua está turbia y no se ve el fondo, puede haber una rama o una roca oculta. Además, se ha de tener en cuenta que las olas y las corrientes pueden cambiar la distancia al fondo, aunque nos bañemos dos días consecutivos. En las piscinas también hay que tener precaución”.
Por otro lado, Ángel Gil ha afirmado que “hay que evitar tirarse de cabeza al agua. Y si se hace, siempre hay que hacerlo con las manos por delante y la cabeza entre los brazos extendidos en prolongación del cuerpo, de manera que si se produce un impacto contra el suelo o una roca no sea contra la cabeza y/o el cuello. También es importante no lanzarse al agua de cabeza desde demasiada altura”.
El tipo de lesión medular común como consecuencia de una mala zambullida se produce a nivel cervical, lo que genera una tetraplejia. “Si la lesión es completa supone, desde el punto en que se produce la lesión, la interrupción de mensajes de ida y vuelta del cerebro al resto del cuerpo a través de la médula espinal, lo que se traduce en falta de movilidad y de sensibilidad, pérdida de funciones, como el control de los intestinos o de la vejiga, espasmos o cambios en la función sexual, entre otros”, explica el director médico del centro Juan Carlos Adau.
Según explica Ángel Gil “lo primero que hay que hacer cuando ocurre un accidente es sacar a la persona a tierra y ponerle en una superficie rígida. Es importante mover el cuerpo en bloque para que no se produzcan lesiones a nivel del cuello y no mover la columna. Comprobar que puede respirar y si no puede liberar su vía aérea”. “No hay que trasladarle a un centro sanitario en un vehículo particular. Es mejor llamar a los servicios de emergencia. A veces, si el traslado no se realiza en las condiciones adecuadas, las lesiones que son incompletas pueden acabar por hacerse completas”.